Insectos con metamorfosis completa, pasando de larva (oruga) a adulto (mariposa o polilla) a través de una fase de pupa, con una o varias generaciones al año, dependiendo de la especie.
Provistas las larvas de un aparato bucal masticador, se alimentan principalmente de material vegetal, pudiendo ser fitófagas, como los defoliadores (Ej. Procesionaria en pino), minadores (Ej. Cameraria en castaño de indias), o xilófagas, que se alimentan del sistema vascular (Ejs. Paysandisia en palmera, paranthrene en chopo o Zeuzera pyrina en nogal).
Lagarta peluda
(Lymantria dyspar): Defoliador de árboles del género Quercus principalmente. De unos 45-65 mm, la hembra, en la corteza pone los huevos antes del invierno, protegiéndolos con plastones de escamas del vientre. En la siguiente primavera, tras eclosionar, durante 1,5 - 2 meses, las larvas crecen en 5-6 estadios, alimentándose de las hojas antes de, durante 2 semanas, pupar y metamorfosear, para ovipositar antes del invierno y cerrar el ciclo vital. Al no volar la hembra, la dispersión a otros árboles ocurre frecuentemente por el balanceo con el viento de las larvas, que cuelgan de un hilo de seda, cuando el árbol huésped está severamente defoliado. Los daños consisten en una defoliación intensa de los árboles, debilitándolos, afectando a su crecimiento y produciendo la pérdida del fruto.
Taladro amarillo
(Zeuzera pyrina): Especie polífaga, que afecta a numerosas especies ornamentales y agrícolas. Con un tamaño de 35-60mm, la polilla emerge en verano para ovipositar, bajo una bolsa de seda, en el tronco o las ramas. Las larvas se dirigirán a las zonas tiernas, donde se alimentan de las hojas y realizan galerías, para luego penetrar en madera gruesa. En invierno paran su actividad para reactivarse en la siguiente primavera y completar su desarrollo hasta el verano. A continuación, pupan y metamorfosean para completar el ciclo anual, aunque también puede ser bianual en zonas frías. Las galerías provocan graves daños, que pueden desencadenar la rotura de ramas.
Paranthrene
(Paranthrene tabaniformis): De aspecto similar a una avispa y con un tamaño de unos 20-35mm, la mariposa emerge en primavera, para aparearse y ponen un solo huevo sobre la corteza, preferentemente de las zonas bajas. Tras emerger, las larvas penetran en el tronco y realizan galerías subcorticales ascendentes, de hasta 20cm, cesando la alimentación en invierno. En primavera, se reactivan y pupan, para metamorfosear y cerrar el ciclo anual. Como resultado, las zonas afectadas, además de ser una vía de entrada de hongos y bacterias, se engrosan y excretan savia.
Paysandisia
(Paysandisa archon): De gran envergadura (75-110mm), la mariposa oviposita en la corona, penetrando por galerías al interior, donde las larvas (L1-L9) se alimentan de 1 a 2 años, dependiendo de la época de eclosión del huevo, para pupar y metamorfosear (1 mes) para realizar nuevas puestas y cerrar el ciclo, anual o bianual. De fácil expansión, las galerías interrumpen el flujo vascular, lo que en estados avanzados de infestación llegará a dañar la yema terminal, causando la muerte a múltiples huéspedes: Phoenix spp., Chamaerops humilis, Trachycarpus spp., Washingtonia spp., entre otras.
Cameraria
(Cameraria ohridella). Minador del castaño de indias (Aesculus hippocastanum). Su capacidad de vuelo (hasta 100m) y sus 3 generaciones anuales le permiten una rápida expansión. Tras hibernar en las hojas caídas, la pequeña mariposa (5-10mm) emerge en primavera para ovipositar y 2-3 semanas después, las larvas (L1-L6) minan las hojas, con mayor voracidad a mayor grado de madurez. Un mes después pupan en las cavidades parenquimáticas de las hojas, de 2 a 3 semanas, aunque pueden quedar en diapausa hasta 3 años. Causan graves defoliaciones a la planta, lo que les resta vigor y las hace vulnerables a plagas y enfermedades.
Procesionaria del pino
(Thaumetopoea pityocampa): Lepidóptero defoliador, preferentemente del género Pinus, aunque también de Abies o Cedrus. En verano, la polilla emerge para aparearse y ovipositar en la copa. En otoño, las larvas (L1-L5) emergen y se alimentan vorazmente de las hojas, hasta madurar en primavera y bajar en procesión al suelo, para enterrarse y pupar, cerrando el ciclo. Durante el invierno, las larvas tejen bolsones de seda en la copa, para resguardarse del frío y, a partir de L3, emiten unos pelos urticantes que pueden provocar irritación o intensas reacciones alérgicas en oídos, nariz y garganta en seres humanos y animales domésticos. Raramente causan la muerte, aunque sí debilitan a la planta, haciéndola vulnerable al ataque de otros insectos o enfermedades. Aunque la procesionaria presenta un solo ciclo anual, el desarrollo se puede suspender en la fase de crisálida, emergiendo la polilla hasta 4 años más tarde cuando las condiciones ambientales son favorables (diapausa).
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